La Justicia excavadora abusa
Por:Dennis Falvy (*)
Traigo a colación un interesante post publicado en el blog Project Syndicate.Este post es interesante y casi lo transcribo en su totalidad. Es de la autoria de Debasish Roy Chowdhury , coautor (junto con John Keane) de Matar a una democracia: el pasaje de la India al despotismo (Oxford University Press, Pan Macmillan, 2021).
Y es además interesante, pues el Dr Jorge Baca amigo nuestro ,casualmente está en misión a la India por un mes a partir del 3 de este mes y de seguro nos confirmara si lo duro de lo escrito por el opositor tiene o no asidero, pues es muy duro y enfatiza que nada ha cambiado en la India que es un pais con enorme porvenir dentro de las superpotencias y con mayor población mundial y joven.
El autor señala que tras las elecciones generales de este año en la India, donde el gobernante Partido Bharatiya Janata perdió su mayoría en el Parlamento, muchos comentaristas de nivel internacional, celebraron lo que vieron como un renacimiento de la «democracia más grande del mundo». Pero esto era una ilusión. La “demolición” por motivos políticos, ha regresado con fuerza en la India.
A principios de este mes, un líder musulmán local y miembro del opositor Partido del Congreso vio cómo su casa, supuestamente «construida ilegalmente», quedaba reducida a escombros.Dice que lo acusaron de falsedades.
En el vecino estado de Uttar Pradesh, las excavadoras arrasaron un complejo comercial «ilegal», propiedad de un funcionario musulmán de un partido de oposición que había sido arrestado recientemente acusado de violar en grupo a una menor.
El autor de la nota es opositor acérrimo al primer ministro Narendra Modi, y señala que las casas de los meramente sospechosos de haber cometido delitos ,en su inmensa mayoría musulmanes, son demolidas con gran fanfarria, generalmente con el pretexto de que se trata de construcciones no autorizadas.
Los gobiernos estatales controlados por el gobernante Partido Bharatiya Janata (BJP) han encontrado una herramienta ideal para brutalizar a los musulmanes y enardecer a la base de votantes supremacistas hindúes del partido.
Las excavadoras sirven como herramientas para controlar y desmoralizar a las comunidades ya marginadas.
Mas de 150.000 casas han sido arrasadas en los últimos dos años, dejando a casi 750.000 personas sin hogar.
Aquello de la «democracia más grande del mundo» se ha normalizado hasta el punto de que las excavadoras ahora aparecen en los mítines electorales del BJP.
Desde la reelección de Modi en 2019, la «política de las excavadoras» se ha convertido en uno de los métodos favoritos del BJP para señalar su compromiso con la supremacía hindú y la gobernanza musculosa.
Un Modi «humillado»,que perdió mayoría congresal nos dijeron, tendría que modificar sus formas para acomodar a nuevos aliados para formar un gobierno.
Pero Modi no ha frenado a las fuerzas extremistas hindúes ni ha disminuido los esfuerzos del BJP para frenar los derechos, sofocar la disidencia y capturar las instituciones democráticas.
Además, se están elaborando nuevas leyes para reprimir aún más a los musulmanes de la India.Lo que incluye cadena perpetua para los hombres musulmanes que mantengan relaciones románticas con mujeres hindúes.
Lejos de ser castigados por las elecciones, el discurso de odio de los líderes del BJP se ha vuelto aún más vicioso.
Poco después de que se anunciaran los resultados de las elecciones, un ministro del gabinete declaró que permitir que los musulmanes vivieran en el país había sido el mayor error de la India.
Del mismo modo, el ministro principal del BJP de un estado del este culpó recientemente al propietario musulmán de una universidad privada de causar inundaciones, librando una «yihad de inundaciones».
El analista señal entones que nada ha cambiado en la India yo he casi transcrito textualmente su acusación, pues este tipo de protesta no ha estado muy bien puesta o promocionada en el área de las comunicaciones. Se acusa que sólo hay ilusiones de un renacimiento democrático.
Se afirma que Modi todavía conserva las herramientas que le permitieron ganar unas elecciones despóticas (lejos de ser libres y justas, y muy sesgadas a favor del BJP, aunque no abiertamente amañadas). Las instituciones de la India siguen capturadas y sus medios de comunicación serviles.
El BJP mantiene el control de las palancas que cuentan, incluidas las poderosas agencias de investigación que pueden intimidar a los enemigos, mantener a raya a los amigos y ayudar a extorsionar a los donantes de campaña.
El gobierno ya tiene formas de bloquear las voces críticas en las redes sociales, lo que sigue haciendo con regularidad e impunidad.
El estado más grande de la India, gobernado por el BJP, acaba de anunciar que castigará las publicaciones críticas en las redes sociales con penas de cárcel y recompensará a los influencers que amplifiquen su voz.
Aun así, la percepción de un renacimiento democrático en India otorga una legitimidad renovada al tercer mandato de Modi.
Después de años en los que India atrajo la atención mundial por su retroceso democrático, muchos observadores externos creen ahora que su democracia está viva y coleando, y que la utilidad política del chovinismo hindú ha llegado a sus límites.
De hecho, Modi abandonó cualquier pretensión de inclusión durante la campaña electoral de este año.
Él y el resto del BJP recurrieron repetidamente a mensajes islamófobos, y están redoblando la política de polarización religiosa.
En vísperas de las elecciones estatales que se celebrarán en Jharkhand dentro de unos meses, el BJP está intentando abiertamente incitar a la mayoría de la población tribal del estado con afirmaciones de que los musulmanes rohinyá -silbato para los musulmanes indios- se están casando con sus mujeres y tomando sus tierras.
A nivel nacional, el partido de Modi se está preparando para un gran enfrentamiento con la comunidad musulmana al cambiar una ley que rige las donaciones de caridad musulmanas.
Hará falta algo más que un leve revés electoral para revertir lo que Modi ha desatado.
La ideología machista mayoritaria que representa ve el poder no como un fin en sí mismo, sino como un medio para remodelar el Estado y demoler el pluralismo constitucional del país.
Las elecciones de este año fueron un mero bache en el camino de la excavadora Hindutva.
El suscrito ha copiado gran parte de este excelente post pues nos parece que Perú , aunque somos pequeños en economía y población, tiene que estar advertido e informado del como las grandes potencias están en una lucha enorme por poder, en la cual no sólo la economía es el leit motiv. Hay otras variables que se ponderan entre sí y uno tiene que percatarse de ello.
(*). Decano Colegio de Economistas de Lima. Consultor en temas financieros Director y Gerente en diversas Empresas navieras, Seguros, financieras y de turismo. Profesor de ESAN
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