La educación superior es la última etapa del proceso de aprendizaje académico, de un sistema de educación que se inicia con la educación básica regular desde la primera infancia, pasando luego a la primaria y posteriormente a la secundaria. Estas etapas ofrecen una formación general que debe preparar al estudiante para una enseñanza superior que será impartida en las universidades, institutos superiores o academias de formación técnica, con el compromiso individual de una actualización permanente de su conocimiento a lo largo de toda su vida después de su egreso.
El cuarto objetivo de desarrollo sostenible para el año 2030, tiene como meta asegurar el acceso en condiciones de igualdad para toda persona a una educación y formación de calidad superior y/o técnico superior, que a su vez está conectada a otros objetivos de desarrollo sostenible, como el fin de la pobreza, salud y bienestar, igualdad de género, trabajo docente, crecimiento económico, producción y consumo responsable, acción por el clima, paz, justicia e instituciones sólidas .( UNESCO 2019)
De acuerdo a la ODS la oferta educativa del futuro debe tornarse más consciente en su planificación, las instituciones superiores y universidades deben elaborar planes de trabajo y perspectivas de conocimiento en función de las necesidades sociales dentro de una sociedad del conocimiento.
En nuestro país, antes que se promulgara la Ley Universitaria Nº 30220, las instituciones educativas superiores y universidades giraban en torno a intereses e influencias políticas, carecía el interés por la práctica en la calidad del sistema educativo y la investigación. Con esta ley se dio la creación de la Superintendencia Nacional de Universidades (SUNEDU), que tuvo como objetivo regular la calidad de la educación universitaria a través de estándares de calidad que debían cumplir todas las universidades e instituciones educativas superiores del país, para poder obtener una nueva licencia que se direcciona hacía los programas académicos y un buen sistema de gestión administrativo, buscando asegurar una calidad mínima de formación e investigación e instalar una nueva forma de elección de autoridades en las universidades públicas. Sumado a esto, poder supervisar el cumplimiento de la ley en todos sus alcances, que incluye instaurar una nueva carrera docente.
En los últimos años debido a esta ley muchas universidades, en su mayoría privadas, tuvieron dificultades y no lograron licenciarse debido a que, entre otras razones, la infraestructura de sus locales carecía de condiciones mínimas de calidad para su funcionamiento y su sistema de enseñanza no alcanzaba los estándares requeridos, por lo que muchos estudiantes se han perjudicado en aquellas universidades que no lograron levantar sus observaciones y tuvieron que cerrar. Pero lo cierto es que, con estos lineamientos mencionados, en el campo de investigación se ha visto un incremento en el nivel de producción con las universidades que sí quedaron licenciadas.
Hoy en día la crisis sanitaria ha debilitado las actividades académicas de algunas universidades. Se dio paso a la educación a distancia, que afecto más a las universidades públicas que no cuentan con recursos y equipos informáticos suficientes para docentes y estudiantes. En el caso de las universidades privadas el problema se acentuó en la deserción de estudiantes, que debido al cierre de muchas empresas aumento el desempleo, ocasionando crisis económica en muchos hogares. A su vez, los estudiantes becados se vieron afectados por la falta de herramientas tecnológicas en sus hogares.
Todo esto y las dificultades internas retrasaron la transformación e inicio de los programas a distancia; en consecuencia, una vez más los estudiantes son los que se han perjudicados, no solo por la falta de tecnología en las universidades públicas, sino porque no todos los estudiantes cuentan con recursos tecnológicos propios.
De igual forma los procesos de traslado, sustentaciones de tesis y títulos por entregar, por parte de las universidades a las que se les denegó la licencia, tuvieron un periodo de dos años para reordenar y facilitar trámites a sus estudiantes, sobre todo de los que se encuentran en los últimos ciclos; sin embargo con la crisis sanitaria, todo lo planificado ha quedado totalmente retrasado. Por esta razón el año pasado Sunedu amplio tres años adicionales al plazo de cese vigente para que los estudiantes puedan recuperar las clases o actividades académicas.
A pesar de la pandemia, existen diversos problemas e intereses políticos en nuestro país que se han incrementado en estos tiempos tan difíciles que vivimos. Se ha retrasado el reordenamiento del sistema universitario, en algunos casos, aún falta un pequeño número de universidades por evaluar y el proceso de licenciamiento tiene aún algunos cabos sueltos. No es muy arriesgado aventurarse a predecir que a causa de la crisis sanitaria podría ser necesario replantear estrategias que permitan continuar con los lineamientos planificados.
La incertidumbre de lo que sucederá en torno al futuro de la educación superior post pandemia está presente; tomando en cuenta que la educación superior dentro de una década debe estar profundamente centrada en la investigación y generación de conocimiento, insertarse al mercado competitivo y globalizado, para seguir formando profesionales.
REFERENCIAS
Figallo, F., González, M. & Diestra, V. (2020) Perú: educación superior en el contexto de la pandemia por el covid-19 .ESAL – Revista de Educación Superior en América Latina
MINEDU (2021) Reforma universitaria. Portal de transparencia MINEDU. Recuperado de http://www.minedu.gob.pe/reforma-universitaria/
MINEDU (2020) Educación superior tecnológica. Portal de transparencia MINEDU
Recuperado de http://www.minedu.gob.pe/superiortecnologica/
ONU (s.f.) Objetivo de Desarrollo Sostenible Cuatro. Portal Web de las Naciones https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/education/
SUNEDU (2020) Sunedu establece disposiciones para el licenciamiento de nuevas universidades. Portal de Transparencia Sunedu.