Luis Felipe Polo en su reciente publicación «Teología de la Inclusión y la Diversidad«, Inclusión y Diversidad son términos que se han mencionado y escrito desde diversas ciencias y perspectivas para referirse a las consecuencias generada por actitudes de exclusión e intolerancia para no aceptar a las personas tal como son e identifican. La inclusión debe ser vista y transmitida como un elemento de valor fundamental: y, a través de la diversidad humana, se debe de aceptar que el siglo XXI permitió despertar los sentimientos más profundos de personas que han sido víctimas de condenas sociales. Los derechos humanos son para todos.
Lo que debe hacer mover al mundo para tener una nueva humanidad, traspasa los límites de todas las ciencias; y, desde la Teología se puede dar las herramientas que hoy se necesitan.
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En una entrevista al Diario La República, Luis Felipe Polo consideró que Jesucristo como un activista de los derechos humanos. Sus enseñanzas, palabra y legado, son fuente de inspiración para los derechos humanos. Jesús defendía, en contra de mucha gente, a quienes sufrían y a los que eran excluidos. Los derechos humanos pertenecen a todas las personas sin distinción alguna y defiende a quienes sufren los abusos de los más poderosos.
AQUÍ LA ENTREVISTA:
¿Cuestiona a la teología?
No cuestiono a la teología, sino a las corrientes actuales de la teología que no se han atrevido a dar un paso adelante para acercar a Dios a quienes sufren por estar excluidos o por tener otras opciones sexuales. O trabajar para que los excluidos busquen también acercarse a Dios. La necesidad de estas personas para la protección de su espiritualidad, la práctica de su religiosidad en sus iglesias y sobre todo sentirse defendidos en sus derechos desde el punto de vista teológico es clave para que sientan que son aceptadas y que deben ser tratadas como las demás personas.
Contra la ortodoxia
¿No es una paradoja que en la teología, que predica el amor en Cristo, haya exclusión?
Totalmente de acuerdo. Pero recordemos que muchas de las personas que predican el amor de Jesucristo asumen posiciones tradicionales a la luz de la interpretación de las sagradas escrituras que a través de la historia han evolucionado. Quienes predican el amor en Cristo y excluyen a las personas por diferentes razones pertenecen a un sector totalmente conservador de las iglesias basándose en la tradicional lectura de la Biblia.
¿Aún pesa mucho el dogma y la ortodoxia en la teología?
Mi escrito sobre teología de la inclusión y la diversidad trata de estar por encima de cualquier dogma y ortodoxia. No intenta analizar, evaluar y criticar a ninguna de las religiones, porque, justamente, en ellas existen corrientes conservadoras y progresistas, lo cual me lleva a concluir que su dispersión y luchas internas hacen que las iglesias no lleguen a quienes lo necesitan. La religión se ha vuelto política y la política se ha vuelto religiosa. Prueba de ello es que en muchos gobiernos de América y otros continentes están bajo presiones de índoles religiosas en lugar de buscar el bienestar de su población.
¿Busca una interpretación, más que religiosa, social de la teología?
Recordemos que son las ciencias sociales, particularmente las que coinciden con el carácter emancipador salvífico de lo humano, las que dan elementos nuevos a la teología. La teología se ha visto enriquecida por estas ciencias para tener más claro los problemas que acechan a la humanidad, lo que hace que la teología pueda ser más eficaz en su propuesta y en su práctica. El problema es que quienes defienden el conservadurismo teológico tampoco creen en las ciencias sociales.
Usted señala a Jesucristo como un activista de derechos humanos.
Efectivamente, hay todo un capítulo que desarrollo colocando a Jesucristo como un activista de los derechos humanos. Sus enseñanzas, palabra y legado, son fuente de inspiración para los derechos humanos. Jesús defendía, en contra de mucha gente, a quienes sufrían y a los que eran excluidos. Los derechos humanos pertenecen a todas las personas sin distinción alguna y defiende a quienes sufren los abusos de los más poderosos.
Ud. le dice a los ortodoxos que el paraíso también debe ser para la población LGTBI….
No lo digo yo, está en las Sagradas Escrituras y en su interpretación correcta para nuestros tiempos. Cualquier persona LGTBI tiene el derecho y la libertad de amar a Dios y ser amado por Dios. Si bien la relación persona-Dios es privada y pura, para cualquier persona necesitada de la presencia de Dios en su vida, debe contar con el acompañamiento de servidores de las iglesias de cualquier religión. Es difícil para las personas LGTBI ser aceptadas socialmente. No se les acepta que tengan los mismos derechos ni las mismas oportunidades que el resto de la población; entonces, ¿por qué hacerlos sentir desde las iglesias que no son bienvenidos al paraíso de Dios? La teología ha sido, es y será una herramienta poderosa para interpretar las Sagradas Escrituras en los contextos históricos en que se desarrollan.
Propone teología de la inclusión y la diversidad. ¿Admite la teología de la liberación?
Totalmente. La teología de la liberación sacudió a la Iglesia católica en su momento porque reflexionó a partir de la praxis y en una triste realidad, desde la mirada de los pobres, para que desde la fe cristiana y en el Evangelio de Jesucristo, la propia Iglesia católica y los gobiernos, particularmente de América Latina, se comprometan en políticas públicas para luchar contra la pobreza y en pro de la liberación integral de toda persona. Lamentablemente, los Estados no han hecho su parte y las cifras saltan a la vista. La teología de la inclusión y la diversidad busca sacudir a todas las iglesias, a los gobiernos y las sociedades para que se pueda construir una nueva humanidad donde todos los seres humanos seamos tratados de igual manera. Las iglesias deben ser parte de este gran cambio social y estar al lado de los que mas sufren como Cristo estuvo en su momento sin importarle de quienes se trataban.