Los trabajadores sanitarios y asistenciales se encuentran en primera línea de la lucha contra la pandemia de COVID-19 desde hace más de un año. Ello ha ampliado su carga de trabajo y su jornada laboral y les ha impedido tener tiempo suficiente para el descanso y la recuperación, y constantemente corren el riesgo de contagiarse. Por otro lado, muchos de ellos deben hacer frente a casos de violencia, acoso o estigmatización en su trabajo. Todo eso repercute adversamente en la salud mental y en el bienestar de los trabajadores sanitarios.
Es indispensable proteger a los trabajadores sanitarios que se encuentran en primera línea de la lucha contra el virus⚠️
La carga de trabajo puede repercutir adversamente en su salud mental, por ello se requieren esfuerzos para garantizar que tengan accesos a sistemas de apoyo. pic.twitter.com/ojvCzV7yDp
— OIT (@OITnoticias) February 12, 2021