Para quienes celebramos el nacimiento de Jesús, la Navidad es una de las fiestas cristianas más importantes, junto con la Pascua y Pentecostés, pues celebra el nacimiento de Jesucristo. Se inicia con la Natividad o Día de Navidad, el cual es celebrado el 25 de diciembre por las Iglesias Católica y Protestante y el 7 de enero en la Iglesia Ortodoxa al no aceptar el calendario gregoriano que reformó el calendario juliano de la época romana.
Durante muchos siglos, la Navidad ha sido una fiesta de carácter esencialmente religioso en la que se reunían familiares y amigos para celebrar conjuntamente el nacimiento de Cristo, aunque en tiempos más recientes, esta fiesta ha adquirido un carácter comercial, en el que la mayoría de las familias se reúnen en torno a un árbol junto al cual se encuentran los regalos.
Este año será una navidad muy triste por el dolor y sufrimiento de millones de familias que han perdido a familiares y amigos a causa de la pandemia del coronavirus que prácticamente está fuera del control en el mundo entero.
En las últimas semanas los números de contagios y muertos ha aumentado a un ritmo acelerado e incluso se ha descubierto una nueva cepa del virus que ya está circulando en algunos países de Europa, por ahora en Inglaterra, Dinamarca, Países Bajos y Australia lo que ha llevado a muchos gobiernos imponer severas restricciones a sus habitantes para evitar su propagación, otros países adicionalmente suspender vuelos a Inglaterra y prendiendo una nueva alarma en todo el mundo ya que la nueva variante británica acelera un 70% el contagio.
En Estados Unidos el promedio diario de contagios es de 220 mil personas, mueren más de 3 mil al día y todo indica que para Navidad se aproxime a 20 millones de personas contagiadas y 325 mil fallecidos, cada día es peor que el anterior, siendo los estados de California, Texas y Florida con predominante población latina los más golpeados. Muchos hospitales ya no reciben a más pacientes, falta personal médico y auxiliar para atender a los pacientes; y, se está llegando a la máxima capacidad en las áreas de cuidados intensivos; y, en las áreas de estacionamiento de autos de muchos hospitales ya se instalaron carpas para atender a pacientes y además tristemente se tienen camiones frigoríficos para almacenar a los cadáveres, muchos médicos están proyectando que puede llegar el momento en que decidan quien vive o no ante la falta de equipos y que lo peor está por venir.
En América Latina los casos están nuevamente en aumento, las restricciones se han flexibilizado y aunque se ha impuesto en muchos países medidas para evitar la propagación en los días de fiesta, las aglomeraciones de personas en centros comerciales proyectan que las próximas semanas los contagios y muertes serán el resultado de que muchas personas se hayan volcado a las calles y algunas incluso sin tomar las medidas necesarias como uso de mascarilla.
Aunque hay dos vacunas anticovid que se están usando en primera instancia en países como Canadá, Reino Unido, Australia, Chile y Estados Unidos con altos niveles socioeconómicos que representan tan sólo el 14% de los habitantes y que aseguraron a través de contratos la compra de millones de dosis para su poblaciones, se espera que el 68% de la población mundial pueda ser vacunada en los próximos meses; aunque, un nuevo estudio asegura que una cuarta parte de la población mundial, no tendrá acceso garantizado a la vacuna sino hasta el 2022 ante la necesidad de políticas públicas que permitan su repartición equitativa y en consideración a los acuerdos de compraventa, así como el supuesto que las farmacéuticas alcanzarán su máxima capacidad de producción.
Esta Navidad será diferente y cuando nos demos ese abrazo pensemos en los millones de personas que extrañarán a sus abuelos, padres, madres, hermanos e hijos que fallecieron por la pandemia; y, en ese momento pensemos, suframos y lloremos por ellos para que sientan que los acompañamos, porque hoy son ellos y mañana podemos ser alguno de nosotros.
“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año”. Charles Dickens, escritor y novelista inglés.
Hasta la próxima semana.