Homenaje a la vida

Esta vez no voy a escribir sobre temas políticos o sociales. Me tomo licencia para hacer un homenaje a la vida, justamente el mismo día en que se cumplen 6 años del fallecimiento de mi padre.

Esa tarde después de sepultarlo regresamos a la casa con un dolor indescriptible por la pérdida del jerarca de la familia. La casa se veía vacía, su habitación lucía oscura como el luto de las propias paredes que lo vio irse poco a poco, testigos silenciosos de sus pensamientos, visiones, tristezas y sonrisas al saber que dejaría irreversiblemente a la vida y por el miedo natural de tránsito hacia la eternidad.

Mi padre no dejaba de lado un celular de modelo antiguo que solo servía para ver la hora y para llamar a mi madre, a nosotros sus hijos y a su única hermana que también partió hace algunas semanas. Cuando niños y seguramente ante mi pregunta sobre la muerte, siempre lo recuerdo diciéndonos que nunca moriría, respondiendo a ese miedo natural de los niños pequeños por perder a sus padres. Hoy lo veo en mi hija de 8 años cuando siempre me dice: “papi, no te mueras nunca”.

Desde hace 18 meses, la muerte está más cerca de todos sin excepción. A raíz del COVID hemos perdido a familiares, amigos, conocidos, etc. personas que desde su lecho en el hospital escribían en las redes sociales que estaban con el virus, sintiendo los síntomas y optimistas con recuperarse. Afortunadamente muchos pudieron vencer a la enfermedad a pesar de las secuelas y otros lamentablemente nunca más despertaron.

No existe respuesta desde la ciencia para la pregunta de qué hay después de la muerte o si hay vida después de la muerte, pero existen respuestas de Fe desde hace mucho tiempo en que existe una vida eterna. Las creencias e interpretaciones desde cada religión sobre la vida después de la muerte; o, de la vida después de la vida es diferente y existen muchos estudios y escritos sobre el tema que van desde el punto de vista más cercano a la ciencia y desde el punto de vista de la Fe.

En principio el tema de la vida tiene un significado teológico fundamental. Dios nos llama siempre a la vida eterna. Solo basta revisar la Biblia desde el principio para darnos cuenta las diferentes formas en que Dios nos revela sobre el significado profundo de la vida.

Quien fuera un erudito protestante en el estudio del Nuevo Testamento el alemán Claus Westermann (1909-2000), profesor de la Universidad de Heidelberg, decía que cuando se habla de Dios, se habla de un todo desde el principio del mundo y la creación de la humanidad para concluir el momento en que sea el fin del mundo y de la humanidad.

Bajo esta mirada, la vida tal y cual lo concebimos desde el concepto humano, no sería un tema teológico si es que no se hablara desde Dios mismo, como el Dios viviente. No se concibe hablar de la vida sin hablar de Dios y viceversa. Uno condice al otro, por eso hablar de la vida necesariamente conlleva a hablar de Dios, es el principio y es el fin.

La muerte enseña a la humanidad a descubrir el sentido de la vida. Cuando estamos cerca de la muerte es que muchos recién se cuestionan sobre el sentido que tiene la vida, nadie piensa en la muerte y nadie está preparado para la ella. Recordemos que Cristo nos enseñó la manera de vivir la vida cristiana y no a ensañarnos a morir. La fidelidad a la vida nos permite enfrentarnos a la muerte con mayor tranquilidad, el dar frutos y el dejar huella en la vida nos va a permitir configurar la muerte de mejor manera.

Mas allá de todo, lo más importante y principal es la actitud ante la vida; los seres humanos pasamos de la muerte a la vida eterna a través no solo de su palabra, sino de lo que cada uno haga con los demás.

Rendir un homenaje a la vida en un mundo complicado y convulso debe significar la revalorización de todo ser humano y la garantía desde los estados de lograr que las vidas de sus habitantes son prioridad; y, al margen de ideologías que lo único que hacen es dividir, cada persona debe dar esperanza a otros, que sientan que no están solos, que la vida es una sola, con alegrías, tristezas, retos, injusticias, única, etc. Mi homenaje a la vida cada día y mis oraciones por quienes nos dejaron y por sus familias.

P.D.: Aprovecho para agradecer a “Entérate con Lesly” por darme la oportunidad de compartir mi columna semanal desde hace más de un año. Lamentablemente y por razones de tiempo me va a ser imposible por ahora continuar con este espacio de reflexión. Gracias a quienes me siguieron cada semana.

 

 

 

 

Sobre Luis Felipe Polo

Doctor en Teología, MBA, docente y experto en resolución de conflictos y derechos humanos.

Comments

A %d blogueros les gusta esto: