Entérate con Lesly.- Miguel Rodríguez Mackay, precisó contundentemente que el ciudadano Pedro Castillo Terrones ( hoy expresidente del Perú vacado) no está dentro del supuesto contemplado por el artículo 1 de la Convención de Caracas de 1954. En el caso de Pedro Castillo, no se dio el asilo político, no ingresó a la embajada de México. En caso de que hubiese ingresado, a la embajada de México, debo señalar, que las sedes diplomáticas se rigen bajo el principio de inviolabilidad (Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas) . Pero no estamos bajo este supuesto ahora.
Castillo, se va de palacio con destino a la embajada de México, cuando fue vacado y no tuvo respaldo de las FFAA y PNP, entonces en la ruta es detenido, cuando él ya no era presidente sino un ciudadano más. El carácter persecutorio, tiene que venir del Estado y por motivos o delitos políticos. Pedro Castillo puede sentirse o considerarse perseguido es su derecho humano. El tema es que fue detenido por el flagrante delito cometido contra el orden constitucional y democrático. No se concretó su ingreso a la Embajada.
Pedro Castillo, ha quebrantado el orden constitucional, ha cometido un delito flagrante muy aparte de las demás carpetas fiscales abiertas. En consecuencia, es investigado por delitos comunes no por delitos políticos, con todo ello, por supuesto que no debe aplicar asilo. Ahora, es derecho soberano de cada país en ese caso de México hablar del tema pero en estas circunstancias, ya no es factible, porque Castillo está detenido y afrontará delitos comunes. Debo recalcar, que hablar de temas de asilo político como tal, no es una injerencia en asunto internos de los Estados.
Sin embargo, para el caso concreto, no HAY CONGIFURACIÓN DE ASILO POLITICO PARA PEDRO CASTILLO TERRONES., en consecuencia, las declaraciones del Presidente de México estarían sobrepasando los límites de soberanía del Estado peruano.
Creo que ante tales circunstancias, la presidenta del Perú lo que debería de hacer es primero llamar a su homólogo de México, el Presidente de México, y explicarle el tema, hacerle ver la realidad de lo que pasa con Castillo, en razón de que hay importantes relaciones con México, y de continuar en lo mismo, y hubiesen actos deliberados ya se procede a llamar al embajador de México y hacerle ver la extrañeza, y luego se procede con la nota de protesta. Es todo un camino protocolar.