Se acabó la pechada por el lado del Ejecutivo y la actitud obstruccionista del Parlamento, sombras que nos dejó una “lucha de poderes” que concluyó en su primer tiempo, con la disolución del Congreso. Una decisión que ha sido constitucionalizada al amparo de la sentencia del TC.
Si bien, aun no podemos decir que somos una ciudadanía plenamente informada, lo cierto es que la voluntad del pueblo se respeta, pero tenemos que lidiar con algo que es real y comprensible el “Hartazgo” hacia la política en el Perú.
El electorado ha decidido la nueva conformación del Congreso con 10 agrupaciones políticas que van a ocupar curules y ejercer un mandato del pueblo “la representación nacional”.
Un concepto políticamente desgastado por una mala praxis de nuestros políticos, que confundieron “un encargo político con un empleo, con impunidad y con la cuna de grandes negociaciones para la codicia y ambición de muchos”.
El concepto de “representación nacional” tenemos que volver a reconstruirlo con el tiempo y con las enmiendas por hacer. “Sí no hay enmienda, el error persistirá y si persiste es que somos ignorantes”.
Al no ser reelectos “aquellos” rostros de la confrontación política y partidos tradicionales a excepción de Acción Popular, se lee que el Perú ha decidido introducir cambios en su representación congresal para que CULMINEN un mandato parlamentario de forma pacífica. Ese es el principal encargo de la ciudadanía “culminar el período y tender los puentes de diálogo”
Lo que sí hay que rescatar en positivo es el castigo que se le ha dado aquellos “políticos” en especial del Fujimorismo que pretendían llegar al Parlamento a través de otras organizaciones políticas, como fue el caso de Solidaridad Nacional y que ahora deberá asumir su responsabilidad política.
Un Fujimorismo que va llegando a su fin de ciclo político, que se ha mantenido dentro de un 7 % del electorado, diríamos que aún maneja un núcleo duro de electores, pero es una derrota política, porque de 72 curules que tuvo ahora solo tendría solo 12 lo cual significa que no tendría mayoría en la nueva conformación y al no tener a su principal aliado que fue el Apra ni a aquellos que pretendían reelegirse a través de otro partido, pues esta obligado a debatir y dialogar, dos practicas esenciales que no conoce el Fujimorismo porque su naturaleza es imponer y confrontar
En el caso del APRA, se veía venir, un partido histórico, con mucho desgaste político en sus líderes actuales y con serias situaciones por aclarar ante la justicia. O corrigen sus errores y enmiendan o simplemente se convertirán en un recuerdo nada más. Lo cual sería lamentable.
Otra de la derrotas políticas y muy marcadas ha sido el Partido Morado pese haber alanzado algunos curules y es que su derrota se debe primero a la fragilidad de quien lo lidera y que no llega a completar la esencia de un verdadero líder político. Los liderazgos además de ser una cualidad innata, se va construyendo, fortaleciendo, proponen soluciones no se huye de los problemas.
El Pueblo no le ha encargado al nuevo Congreso que “hagan alianzas” les ha pedido que completen su período. dialoguen y trabajen coordinadamente como corresponde a las relaciones Ejecutivo y Legislativo para terminar por lo menos de reactivar la economía, el empleo y el desarrollo que estamos estancados y ver además cómo impacta la presencia masiva de venezolanos en nuestro país a quienes se le tiene que dar salud, alimentación y empleo. Y ¿Los peruanos qué? ¿Dónde está la prevención para estos casos? No hay empleo y cada vez más se siente la pegada y lo que no se quiere bajo ningún contexto es llegar a la Xenofobia entre peruanos y venezolanos. Ejecutivo y Legislativo a dar soluciones.
En cuanto a los partidos políticos tradicionales como el PPC que, si bien no estuvo representado en el pasado congreso disuelto, lo cierto es que quedó relegado con un 3% no pasó la valla electoral y es preocupante el resultado teniendo aún vivo a su líder histórico de quien se tiene que apreciar el legado que le hado. ¿Qué paso?
Esto nos permite también señalar que ha sido muy escaso el trabajo partidario o al menos no muy representativo que han realizado los partidos “llámese tradicionales” en favor de la democracia, además de los problemas o implicancias que puedan tener algunos de sus líderes con el tema Odebrecht y otros.
Es increíble que en el Perú haya más de 20 partidos políticos inscritos en el JNE ¿Dónde estuvieron para salvaguardar la democracia en los tiempos difíciles? Felizmente eso se termina con la nueva reforma política y que será aplicada para el 2021. Partido que no se presente o se inscriba o no pase la valla electoral perderán su inscripción. Esto va a ayudar a que ese listado de agrupaciones políticas que solo aparecen cuando hay elecciones, desparezcan.
Lo que deseamos son partidos que consoliden liderazgos políticos, verlos activamente participando en propuestas y soluciones aun cuando no estén en el Congreso o en el Ejecutivo, formar cuadros para gobierno, que no tenemos y ello nos conduce una vez a la improvisación y a elegir por el mal menor.
Nosotros sostuvimos desde el 28 de julio de 2019 en que el presidente Vizcarra anunció “adelanto de elecciones” que el presidente ya no tenía la capacidad para seguir gobernando, con o sin adelanto de elecciones, debería haberse ido, al fin al cabo, el cargo del presidente es renunciable. Sin embargo, las circunstancias hicieron que todo girase 360 grados en política y nos vimos frente a un congreso disuelto y apoyado por la ciudadanía.
Ahora, el contrapeso está de vuelta, ya tenemos un Parlamento que lejos de calificar si será mejor o peor, respetemos la voluntad del elector, calificaremos su trabajo cuando los veamos actuar en el quehacer político.
Todos los partidos representados para este período final del Parlamento, tiene la oportunidad para demostrarle al Perú que se puede trabajar en paz y sacando adelante a nuestro país, sin pechadas, ni plazos que supongan amenaza de disolución y sin obstruccionismo,
Queda tan solo 1 año y medio para terminar el período presidencial y congresal y ambos deberán entregar al país en absoluta calma y el pueblo decidirá a quien le dará su confianza para que lo gobierne los próximos 5 años.
De modo que, si ha habido algunas intensiones o saboreos de poder continuado en ambos lados, más vale que solo sea expresión de un pensamiento agitado y producto del verano que vivimos.