El Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, emitió hoy la siguiente declaración sobre la situación en la central nuclear de Zaporizhzya en Ucrania:

Estoy extremadamente preocupado por el bombardeo de ayer en la planta de energía nuclear más grande de Europa, que subraya el riesgo muy real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública y el medio ambiente en Ucrania y más allá.

El OIEA ha recibido información sobre esta grave situación, la última de una larga serie de informes cada vez más alarmantes de todas las partes.

Según Ucrania, no ha habido daños en los propios reactores ni emisiones radiológicas. Sin embargo, hay daños en otras partes del sitio.

Una acción militar que ponga en peligro la seguridad de la central nuclear de Zaporizhzya es completamente inaceptable y debe evitarse a toda costa.

Cualquier potencia de fuego militar dirigida hacia o desde la instalación equivaldría a jugar con fuego, con consecuencias potencialmente catastróficas.

Hago un llamamiento enérgico y urgente a todas las partes para que ejerzan la máxima moderación en las inmediaciones de esta importante instalación nuclear, con sus seis reactores.

Y condeno cualquier acto violento llevado a cabo en o cerca de la central nuclear de Zaporizhzya o contra su personal.

El personal ucraniano que opera la planta bajo ocupación rusa debe poder llevar a cabo sus importantes funciones sin amenazas o presiones que socaven no solo su propia seguridad sino también la de la instalación misma.

En esta situación altamente volátil y peligrosa, es más importante que nunca que los siete pilares de seguridad indispensables que describí al comienzo de la guerra, y que reiteré en las Naciones Unidas en Nueva York el lunes pasado, se respeten plenamente para poder mantener la seguridad y la protección nucleares.

Sin embargo, de manera ominosa, casi todos se han visto comprometidos en la planta de energía nuclear de Zaporizhzya durante los últimos meses y, una vez más, en las últimas 24 horas, se han violado varios pilares.

Para ayudar a evitar que la situación se salga aún más de control, la presencia del OIEA para brindar apoyo técnico para la seguridad tecnológica y física nuclear es de suma importancia.

Desde el comienzo de esta trágica guerra, el OIEA, y yo personalmente, hemos estado trabajando para ayudar a Ucrania a mantener todas sus instalaciones nucleares seguras y protegidas.

Durante los últimos cuatro meses, he estado listo para dirigir una misión de expertos en seguridad y salvaguardias del OIEA a la planta de energía nuclear más grande del país, Zaporizhzya.

Esta misión jugaría un papel crucial para ayudar a estabilizar la situación de seguridad y protección nuclear allí, como lo hemos hecho en la planta de energía nuclear de Chernobyl y en otros lugares de Ucrania en los últimos meses, donde también hemos entregado equipos de seguridad y protección nuclear que se necesitan con urgencia.

Al mismo tiempo, los inspectores de salvaguardias del OIEA realizarían actividades esenciales de verificación en la planta.

También proporcionaríamos información imparcial e independiente sobre el estado de la instalación de Zaporizhzya.

Que esta misión vital aún no haya sucedido no es por culpa del OIEA. A pesar de nuestros decididos esfuerzos, hasta ahora no ha sido posible.

No voy a renunciar. Continuaré presionando, y presionando nuevamente, para que esta misión del OIEA finalmente se lleve a cabo.

Pero esto necesitará la cooperación, la comprensión y la facilitación tanto de Ucrania como de Rusia.

También necesitaremos que las Naciones Unidas nos apoyen, y estoy muy agradecido por el firme apoyo del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.

No podemos permitirnos perder más tiempo.

En aras de proteger a las personas en Ucrania y en otros lugares de un posible accidente nuclear, todos debemos dejar de lado nuestras diferencias y actuar ahora. El OIEA está listo.

Fuente 0IEA