Columnista Yvonne Navas Rugel

Una mirada al Estado de la educación en el Perú

En los últimos diez años la educación en nuestro país  evidencia cambios significativos en básica regular y superior, no obstante en el nivel superior la proporción de jóvenes que logran completar la instrucción se ha mantenido constante.  Los desafíos que involucran una educación de calidad está relacionada a una educación que permita enfrentar los retos del desarrollo humano, ejercer su ciudadanía y continuar aprendiendo durante toda la vida; una educación en equidad para todos, sin embargo, esto no se evidencia en la realidad, no toda la población tiene las mismas oportunidades de acceder a la educación; de hecho, la población indígena tiene pocas oportunidades de hacerlo, la brecha entre la población indígena y no indígena así como en  los diferentes sectores de bajos recursos económicos, es grande.

A pesar que la tendencia hasta antes de la crisis sanitaria mostraba mejoras, los niveles seguían siendo muy bajos; el nivel primaria aún no logra el conocimiento esperado en el grado que cursa el estudiante, y lo mismo sucede en el nivel secundaria con las pruebas de comprensión lectoras, ciencias y matemáticas. En el nivel superior, las debilidades se reflejan en las evaluaciones realizadas por la SUNEDU en los estándares de calidad que se brindan. No obstante, en el 2021 subió de 4 a siete las universidades que  están en el ranking QS de las mejores del mundo.

En el Perú la política educativa está en el centro del debate público y esto  se debe a su rol central e importante para  el logro del crecimiento sostenido y desarrollo inclusivo, así como, en los avances que se han mostrado en los últimos años en el país.

Es claro que no se puedan esperar grandes cambios en el corto plazo; pero es importante no perder la ruta adecuada de trabajo ni la iniciativa, ni creatividad para llevar a cabo de la mejor manera posible las políticas y los programas, especialmente en un contexto de restricción o limitación de recursos.

Ante la pandemia por COVID-19, tenemos la oportunidad de analizar nuestras debilidades y priorizar en nuestra propuesta lo que nos hace plenamente humanos, valorar el aprendizaje por el que estamos atravesando, lograr una educación para todos; una educación que centre su atención en el desarrollo de las competencias fundamentales que toda persona necesita para ser feliz y deje de lado solo centrarse en los contenidos; fortalecer el trabajo integrador de escuela-familia que ha demostrado en estos tiempos difíciles adaptarse rápidamente a las clases a distancia  la importancia de un trabajo integrador, para lograr todas las metas.

Es importante seguir la atención a la primera infancia y modelos educativos flexibles ante las diversas realidades del país, mejorar la calidad docente y devolver el papel central de la educación a la escuela y el aula, mediante una reforma administrativa y funcional; con un aumento en el volumen de recursos asignados al sector educación bajo un enfoque de resultados.

REFERENCIAS

Guadalupe C., León J; Rodríguez J., Rodríguez S., Vargas (2017) Políticas y programas educativos en el Perú: análisis de cambios y continuidades en el periodo 1995-2015 p.104 primera edición

Benavides M, Neira P., (2010) Cambio y continuidad en la escuela peruana: una mirada institucional a la implementación de programas, procesos y proyectos educativos p. 208 Lima: Perú.

Sobre Elsa Yvonne Navas Rugel

Master en docencia y gestión universitaria. Licenciada en educación con especialidad en la enseñanza del idioma inglés, con una trayectoria de más de 27 años en el sector educativo en la docencia. Correo: elnavasrugel@hotmail.com

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