Hoy en día nuestra sociedad está doblegada a una incertidumbre debido a la manipulación de principios, normas y al pluralismo de valores que evidencia la necesidad de reflexionar en torno a cómo una persona refleja su moral y su manera de pensar. Hemos olvidado lo que es la ética; por lo general pensamos que son reglas y normas que tenemos que cumplir pero que nos limita la libertad en ciertos casos, sin embargo eso no es una verdad absoluta; Aristóteles hablaba de ética con referencia a la vida buena y feliz en una interrogante: ¿Cuál es el sentido de la vida?.
No basta solo preguntarse por la vida, sino la importancia de lo que es bueno y malo, una relación fundamental con la cultura, ya que cada país o región dentro de este tiene diferentes pensamientos, tradiciones, costumbres y por tanto diferentes puntos de vista con respecto a lo que se considera bueno o malo.
La realidad social enfrenta problemas que afectan y generan situaciones graves en perjuicio de esta, disconformidad y desunión en el país. En las últimas décadas se ha vivido escándalos de corrupción de forma constante, un modo de vida equivocado para aquellos que han perdido el horizonte moral, que trasciende en todos los diferentes ámbitos de nuestra sociedad, incluso en los espacios en los que los niveles de formación educativa son altos y completos, una crisis de valores que ni los derechos humanos prevalentes han sido un impedimento para evitarlo.
Entre tantas situaciones tristes y difíciles por la pandemia, hemos dejado a un lado la reflexión sobre nuestra cultura y el desarrollo de la ética, la formación ciudadana puede estar en peligro si las instituciones educativas no preparan a sus estudiantes para el desarrollo reflexivo de los principios universales de justicia y el respeto a la dignidad humana, que implica reconceptualizar las metas de la educación moral a la luz del conocimiento que actualmente se tiene sobre el desarrollo humano y que se adquiere mediante el hábito o la práctica del crecimiento moral de las personas
La formación ciudadana debería ser un área fundamental de cualquier propuesta educativa, orientada a que los estudiantes se reconozcan como sujetos de derechos y puedan ejercer tales derechos en una cultura y un sistema democrático. (Ministerio de Educación, 2005)
La educación es un elemento clave y una esperanza para prevenir que sucesos como los que vemos a diario ocurran en el futuro. El compromiso como educadores es desarrollar en los estudiantes el sentido de la interculturalidad y las propuestas que esta nos plantea como una dimensión de la vida en sociedad, una educación pública de calidad que asegure que los ciudadanos sean capaces de tomar decisiones en un sistema político democrático, que se establezcan estrategias metodológicas en el que el estudiante genere espacios y dinámicas de grupo de respeto por el otro, realizar la toma de decisiones con mayor claridad, consciente de sus actos en su vida diaria por su misma inteligencia y convicción; tener como prioridad actuar correctamente.
REFERENCIA
Ministerio de Educación del Perú (2005). Inicio del proceso de articulación Diseño curricular nacional de la Educación Básica Regular.
Lara, J. (2013) Ética y valores en la educación, una reflexión contextual necesaria. Horizonte de la Ciencia 3 (5) Universidad de Barcelona – España
Ortega, P. (2018) Ética y Educación: Una propuesta educativa. Revista Virtual Redipe: 7(8) España.
Quiroz, R. (2020) Una empresa tiene que incorporar en su organización los valores que benefician al país. Periódico el peruano
Reyes, Erwing. (2020). Como es la ética en el Perú. Critical Sociology.
Lara, J. (2013) Ética y valores en la educación, una reflexión contextual necesaria. Horizonte de la Ciencia 3 (5) Universidad de Barcelona – España