Hoy en día se habla de una justicia mediática que pese más que la justicia tradicional. Primero lo denuncio a la prensa que me resulta más efectivo hacerlo, genero noticia, titulares y de alguna manera se hace presión en la opinión pública para que las autoridades puedan prestar su atención a denuncias de ciudadanos.
No está mal que los medios de comunicación contribuyan con la justicia en el país, por el contrario es un deber hacerlo. Pero, creemos que la cooperación es en el sentido de poder hacer más ágil la justicia en el país. Por ejemplo, los periodistas de investigación, los reportajes con pruebas documentadas, las entrevistas a juristas, especialistas por materias, opiniones, editoriales, columnistas, etc, todo ello, generan sensibilidad social, educación, difusión del conocimiento, hasta incluso «llamadas de atención a las propias autoridades».
Lo que está mal es que se distorsione o se desnaturalice ese rol que cumplen los medios de comunicación. Los medios de comunicación no pueden ni deben reemplazar «nunca» a las instancias jurisdiccionales. Entendemos que la lentitud y el agudo problema de corrupción en el país convierte al sistema judicial en un verdadero «monstruo», tanto así que hasta los propios abogados le temen.
También hemos escuchado a varios juristas y expertos muy a menudo señalar que, la Fiscalía o el Poder Judicial hacen justicia solo para las «tribunas» o «para satisfacer a los medios», porque no se ha respetado la presunción de inocencia, sobre todo en los casos de detención preventiva.
Una persona es inocente hasta que judicialmente sea declarada su culpabilidad, pero a nivel mediático ya fue condenado o condenada.
Nos ha tocado vivir como país una etapa muy cruel en nuestra historia con el destape de la corrupción, que ha dividido a todo un Perú, hay un incremento de desconfianza profunda hacia los políticos, órganos del Estado y sin duda al sistema de justicia .
Tal vez , y quiero pensar en positivo siempre, que en aras de hacer las cosas bien sea probable que los excesos hayan estado a la orden del día. Vemos con facilidad como se hace visible la identidad de un colaborador eficaz en portales de información cuando eso es un delito.
Convertimos en titulares una primicia con informaciones que se supone tiene el carácter de reservado dentro de una investigación fiscal y que solo es aplicado a las partes interesadas. Se filtran documentos con mucha facilidad hasta el punto de que ello ya no es un tema que nos cause asombro.
Es una forma muy clara de demostrar que lamentablemente en nuestro país no respetamos las normas o las leyes. Aunque eso tampoco sea una novedad, lo que no debemos permitir como ciudadanos es que lo «lo ilegal siga siendo la regla a seguir». Sensibilizar ello, en cuanto entrevista se genere, hacer conciencia colectiva de respeto a la Ley.
Aplicar una detención preventiva a alguien no reivindica la justicia en el Perú, está por encima de ello, es nuestro esquema mental, gestos, actitudes, ponderación, ecuanimidad, un agudo sentido de observación y sobre conocimiento de la materia, el que nos tiene que conducir como fiscales y jueces a aplicar un sistema de justicia con estándares internacionales que sea respetado por todos.